La recuperación de un derrame cerebral puede llevar tiempo. Incluso después de salir del hospital o del centro de rehabilitación, las personas mayores pueden experimentar debilidad o parálisis en los brazos o las piernas. Esto puede hacer que cuidarse a sí mismos y vivir de manera segura e independiente sea más difícil. Si bien hay muchas cosas que pueden hacer por su cuenta, hay otras tareas que pueden requerir algo de ayuda. Un cuidador no médico en el hogar puede brindar el apoyo necesario a las personas mayores que se recuperan de un derrame cerebral.
Navegando por el hogar
Después de un accidente cerebrovascular, es posible que los adultos mayores necesiten usar una silla de ruedas, un andador o un bastón para mantener la estabilidad. La transición de estar sentado a estar de pie o viceversa puede ser un desafío debido a la debilidad muscular o la parálisis. Un cuidador puede ayudar a las personas mayores con problemas de movilidad para reducir el riesgo de caídas.
Esto puede incluir reorganizar los muebles para crear pasillos más anchos o un acceso más fácil. El cuidador puede ayudar a reubicar los artículos que se usan regularmente en estantes o mesas más bajos para que sean más fáciles de alcanzar. Esto puede minimizar la necesidad de alcanzar o estirar. El cuidado en el hogar también puede proporcionar tareas domésticas ligeras para mantener el hogar limpio, organizado y ordenado.
También puede ser beneficioso agregar barras de apoyo cerca de la ducha, la bañera y el inodoro para mejorar la estabilidad al entrar y salir o subir y bajar, especialmente cuando las superficies están mojadas. El uso de tapetes y alfombras antideslizantes en toda la casa también puede mejorar la seguridad.
Cuidado personal
Debido a la movilidad limitada o la debilidad, puede ser difícil para las personas mayores vestirse o desvestirse, cepillarse el cabello o acostarse o levantarse de la cama. Un cuidador puede ayudar con estas tareas para que las personas mayores se vean y se sientan lo mejor posible mientras se reduce el riesgo de caídas.
Además, un cuidador puede recordar a las personas mayores que se están recuperando de un derrame cerebral cuándo es el momento de tomar sus medicamentos, completar los ejercicios recomendados o prepararse para las citas médicas relacionadas con la atención de seguimiento.
Preparación de la comida
Después de un accidente cerebrovascular, los adultos mayores pueden tener algunas restricciones dietéticas. Un cuidador en el hogar puede trabajar con ellos para crear un plan de comidas, comprar y guardar los alimentos, preparar la comida y supervisarlos mientras comen. Una nutrición adecuada es importante para la recuperación y el mantenimiento de su fuerza. Los cuidadores también pueden asegurarse de que las personas mayores no coman alimentos que no sean seguros y que puedan representar un peligro de asfixia.
Mayor conciencia
Si bien los cuidadores no médicos no brindan atención médica, pueden estar alerta ante signos de complicaciones u otro accidente cerebrovascular. Las personas mayores que han tenido un accidente cerebrovascular tienen un mayor riesgo de tener otro. La detección temprana de las señales de advertencia y la obtención de ayuda pueden reducir el riesgo de problemas más graves. Un cuidador también puede estar alerta ante posibles peligros y riesgos de caídas dentro del hogar para mantener a las personas mayores más seguras mientras se recuperan de un derrame cerebral.
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